lunes, noviembre 14

La deuda inducida


El objetivo de este blog es el análisis de una de las consecuencias más graves que tienen, según nuestro enfoque, las desigualdades socioeconómicas en nuestro país: el endeudamiento. Esta es  una consecuencia que a raíz de su masificada presencia en la población – por poner un ejemplo,  el número de deudores  bancarios y no bancarios el año 2008 era mayor a los 6 millones de personas, habiendo aumentado en casi un millón de personas desde el año 2005 (SBIF, 2008),-  y de su determinante influencia en la mantención de estas mismas desigualdades, se ha convertido en un problema social, dejando de ser sólo un síntoma del problema mayor, es decir, la desigualdad socioeconómica.

De acuerdo a cifras publicadas por la SBIF, a junio de 2007 existían en el mercado 29 millones de
tarjetas de crédito de las cuales se utilizaban mensualmente cerca de 8 millones, representando
para el mes de junio transacciones por $418,544 millones.  (centro de estudios monetarios latinoamericanos, 2008)

Nuestro propósito es la puesta en evidencia de una realidad que, teóricamente es conocida por todos, pero que en la práctica cotidiana y especialmente en las prácticas comerciales no es tomada en cuenta y de hecho es invisibilizada por una de las partes en la relación comercial, esta realidad es la “inducción a la deuda” que ejercen constantemente las instituciones financieras bancarias y no bancarias. Esta practica es, según nuestro punto de vista, parte importante de la maquinaria capitalista y, en palabras de Merton (N.D.), del “tipo de adaptación” que este sistema induce en los individuos.
 Este tipo de funcionamiento económico y social induce al individuo a comportamientos desviados, muchas veces poco adaptativos y uno de estos, según nuestra hipótesis es el endeudamiento, una de las pocas soluciones que ofrece un sistema que promueve como casi único valor social el éxito económico y que induce por tanto a buscar el reconocimiento de los otros por este único camino: la acumulación de bienes sin importar los costos que esto signifique (Merton,N.D.).Así, las personas inmersas en el sistema capitalista, acceden a tarjetas de crédito, avances en efectivo y otras opciones que ofrece el mercado, para así poder obtener aquellos bienes y servicios que debieran otorgar esa “gran satisfacción” a la que pareciera ser, nunca se logra llegar.

1 comentario: