viernes, diciembre 2

La historia detrás del consumismo. ¿Qué es lo que hace que queramos comprar? ¿Cómo es que se han creado estas necesidades? Culpa del sistema o nuestra, es un problema que está presente y vive en constante reproducción social.

Vagando por Youtube un día me topé con un video llamado “La historia de las cosas”
y ahora me vino a la mente de cajón con el problema tratado en este blog. En este se explican y exponen distintos temas que vienen al caso y en los que considero importante para enfatizar.  
Se explica que históricamente la forma de consumo actual  no siempre fue como es ahora, que ahora  “un habitante promedio de EEUU consume hoy el doble que hace 50 años” En otra “época se valoraba la buena administración,  la inventiva y el ahorro”. Todo este cambio se habría originado no sólo porque ocurrió, sino que fue un sistema diseñado. Después de la 2da guerra mundial, estos tipos ideaban maneras de hacer crecer la economía. Así es que se estableció el sistema económico que hoy nos rige a todos.

               
                                                                                                               Victor Levow, 1955

 También se hace alusión  al proceso de producción de los bienes de consumo y la implicancia de la gente que participa en cada etapa, “las personas que reciben más impacto de tóxicos, son los trabajadores de las fábricas, muchos de los cuales son mujeres en edad reproductiva, ellas trabajan con tóxicos que afectan la reproducción, sustancias cancerígenas y más (…) ¿Qué mujer en edad reproductiva quisiera trabajar en un sitio así, sino alguien que no tuvo otra opción?” Se indica que la erosión de tierras es la que aumenta el suministro de estas personas sin opciones que acceden a trabajar en precarias condiciones, ¿Para qué?, para tener dinero y poder adquisitivo para sobrevivir en este sistema.
Además se hace una crítica a la participación del Estado y las respectivas designaciones  que se hacen de los impuestos. Si bien el video habla principalmente del sistema de EE.UU, se puede homologar con lo que ocurre en la mayoría de los países. Los Estados Nacionales ya no son los entes más grandes en control de la economía nacional, si no que las empresas privadas han crecido tanto en tamaño como en poder, haciendo que el Estado se preocupe más de estas empresas que mantienen la economía que de la propia ciudadanía. Finalmente, lo importante para cada país es que la gente tenga ingresos y pueda consumir, porque  “si en este sistema no tienes o no compras mucho, no vales”, prácticamente no eres nadie si no aportas a la economía nacional, por lo que el reconocimiento recíproco (Honneth, 2009) pasa por el consumir. Es aquí donde surge el menosprecio hacia las personas de menores ingresos, que terminan  absorbiendo esta filosofía y empiezan a trabajar bajo condiciones indignas, para así comprar y endeudarse, porque si tienen el IPhone y la Blackberry van a ser más reconocidos por los demás, “nuestra identidad se ha convertido en ser consumidores. No madres, maestro o escritores, sino consumidores.  La principal forma en que se mide nuestro valor es en cuanto consumimos”. Es algo como lo que ha ocurrido con algunas marcas de ropa, tales como NorthFace y Lacoste. Estas marcas indicaban tal poder de adquisición y status por quienes las visten, que hay personas que, aunque su costo sobrepasara sus ingresos mensuales, están dispuestas a comprarlas para ser reconocidas en un status superior al propio. Lo que pasa luego es que este tipo de marcas se vuelven populares, las clases más altas las desechan, ya dejan de ser exclusivas, y se vuelve a buscar un símbolo de status que vuelve siempre a caer en este mismo circulo vicioso. Esto se logró inculcando la “obsolescencia programada” que significa que las cosas están diseñadas para ser desechadas, y la “obsolescencia percibida” que es lo que nos convence te tirar las cosas que siguen siendo aún útiles, cambiando la apariencia de las cosas, esto pasa tanto con la tecnología como la moda. 
Dentro de lo más rescatable del video analizado, se encuentran las  siguientes reflexiones;   ¿Cómo puede que sigamos siendo manipulados de esta manera? ¿Es realmente lo que nos hace felices? ¿Es nuestra meta y motor de vida? Deberíamos reflexionar, como nos enseña este video, sobre si queremos mantener un ritmo  donde dedicamos más tiempo al trabajo que a nuestra recreación y vida familiar y  por otro lado, sí este sistema fue diseñado por personas ¿por qué nosotros mismos no podemos rediseñar nuestra vida?
Esta nos lleva a pensar que al estar inverso en mundo donde los objetos se vuelven desechables, es posible que lleguemos a considerar las relaciones interpersonales dentro de la misma dinámica, asignándoles el mismo valor que un bien de consumo.   
 
Referencias: 
 
Honneth, A. (2009) Reconocimiento y menosprecio. Sobre la fundamentación normativa de una teoría social. Kartz. Buenos Aires.

"La Historia de las cosas"
 http://www.youtube.com/watch?v=ykfp1WvVqAY&feature=channel_video_title 

 

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